el éxito huele a piso trapeado.
Era un día de esos en los que la calle estaba especialmente triste. La desesperación se veía en el paso apurado de la gente que parecía tener la necesidad de ir hacia alguna parte, más bien hacia algún lugar. Un día de esos en los que la desesperación se te pega como sanguijuela en la...