LA OTRA VIDA
Estaba sola por fin. Ya había despachado a los hijos para el colegio y la universidad, al marido para el trabajo y ya había desayunado. Una urgencia de hacer algo «indebido» se apoderó de ella. No percibía ninguna barrera, se sentía libre y dueña de sí. Como si se hubiera investido de algún poder sobrenatural...