El gallo de Nemesio.
El frio arreciaba en el peculiar poblado de Tinapuim, ubicado al pie de una cascada que lleva el mismo nombre, lo rodeaba un verdor perenne y sus viviendas estaban afiladas en la única calle. La ley aca, estaba en manos del comisario Moreno, todo aquel que la trasgredía cuando el comisario no estaba, debía encerrarse...