Un brote de ensueño
Soñé y no eran cuentos de hadas, pero también era mágico. Estaba viajando por una segunda vida. Aquellas personas a las que quería ya las había conocido antes y, era tal la afinidad entre nosotras que, la comunicación era mucho más que verbal o gestual. El tiempo dejaba de importar, pues en la nueva realidad...