A veces el viento sopla, y las hojas secas caen del viejo árbol. Otras veces el sol brilla con particular emoción; entonces, una tímida flor brota en su tronco. Otro día las traviesas aves se columpian en sus quebradizas ramas; tal vez una solitaria gota de agua besará sus agrietadas raíces, o alguien por misericordia lo amará en silencio sin apartar la mirada. Un tiempo después, en circunstancias patéticas éste viejo árbol morirá; sin apenas ser consciente del amor fortuito que otro le prodigó. Abandonado a sus propias miserias; inhóspito y cruel, vagabundo e inconstante, morirá sin saber amar. Egoísta insensible y cobarde no se atreverá a vivir.

Ese viejo árbol es un poco como mi vida; esas hojas secas son todas aquellas cosas que no hice por miedo, aquellas que en definitiva no me dió la gana de hacer, o las que queriendo con el corazón, aún así, no pude hacer. Esa tímida flor, es mi pequeña luz que espanta los fantasma que se ocultan debajo de mi cama; una sombría esperanza que me insinúa sacar los cadáveres que descuidadamente escondí en el armario. Esas avecillas, son las molestas dificultades que de un todo y por un todo me zarandearon de pies a cabeza, no dejando un solo cabello en su sitio y que yo odié sin afrontarlas, sin gritar, sin moverme, porque estaba demasiado ocupada sintiéndome mal; Esa solitaria gota, es tal vez los únicos brazos en los que he podido dormir en paz, mi bastón cuando mis pies no me pueden sostener, mi escudo en las mas dolorosas batallas, mi estabilidad cuando hay tormenta y mi desequilibrio cuando no está cerca. Esa persona que todos tenemos y cuya relación no compartimos con nadie; sin embargo, ella la comparte con todos. Por último está ese amor silencioso y misericordioso; que cuando estoy hundida en la tristeza y la angustia, se vuelve abrumador.

Atrapada en las sombras de la infelicidad me torturo a mí misma. Dudo de ser amada,dudo del amor. Busco mil significados para transtornar aún más mi acalorada mente, pero nunca soy tan vulnerable como cuando asumo la verdadera respuesta: encuentro intereses mutuos, pasiones sofocantes, aletargamientos enfermizos, soledades que matan, silencios que envenenan y complicidades violentas. Busco el amor del que todos hablan y solo hallo una nefasta profanación; se corrompió el amor. Mancillado con los labios, el corazón y el cuerpo. Olvidado, desterrado, tal vez exiliado a otra galaxia; los hombres carecen de amor, nadie les enseñó a amar, y si alguno por ventura enseñó, lo hizo mal. Y confundida me pregunto, ¿acaso existe esa mala parodia que llaman amor? Por un breve instante recupero la cordura… la razón toma el control: <<ese amor que inspiró las grandes tragedias solo existe en una perturbada imaginación>>. El amor no es intangible; tiene la forma de una mujer embarazada, la sonrisa de un niño, la madurez de un anciano, los colores de todas las flores, el olor del chocolate y el rostro de una madre; la protección de un padre, el hombro de un amigo, el sonido del piano, el repicar de las campanas, la pasividad de la muerte. El amor es el origen de todas las guerras santas, la donación más perfecta y el alma de todo cuanto existe; ese impulso que todos conocemos y que todos hemos experimentado en su más bello esplendor; sino, por otro ser humano, al menos, por Dios, por tu mascota o por ti mismo. creo en este momento que no hay nadie tan miserable como para no haber merecido ser amado.

Diversos psicópatas excusan sus delitos bajo la falsa perspectiva de haber sido abandonados, se vuelven víctimas después de hacer víctimas a otros; muchos de los desarreglos mundiales se atribuyen siempre a los infames que convirtieron a los débiles en el muladar de sus insatisfacciones. Yo diría que la culpa es subjetiva y tiene como base el egocentrismo: esa capacidad que tenemos de sentirnos el ombligo del mundo, o más bien esa posición geocéntrica que asumimos de que todo gira a nuestro alrededor. Todo sucede en la justa proporción de nuestras limitaciones y en esa misma justa proporción ha de ir el aprendizaje, así pues, si quieres aprender a caminar; camina hasta que tus rodillas sangren por las caídas. si quieres ser amado; ama hasta que no quede ni el polvo de tus huesos. si quieres bondad; empieza por aportarla en la medida que se te presenten las oportunidades. La vida y el amor no consisten tanto en recibir, sino en darlo todo, sin arrepentimientos ni desilución . De nada sirve salir al mundo y quejarse de lo caótico que hay en él, si te cruzas de brazos o cambias de acera con una actitud indiferente o por una anestésica ecpatía; desligandote del resto de los seres mortales con la excusa de que a ti no te está pasando. La misma ley natural, por desgracia o como castigo, tocará a tu puerta con la misma imparcialidad que llegó hasta la puerta de tu vecino. Si tú no amas, nada cambiará y al morir tu tumba será semejante a esos infames que tanto criticaste pero que con tu doble moral apoyaste. No serás un hombre memorable; solo una momia más que dejó este mundo igual de roto, sucio, vacío de amor e inconforme.

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