104 litros de café y tres bares
«No voy a llorar, no voy a darle ese gusto», pienso mientras me sumerjo, quizás por última vez, en esos pozos azabaches, fríos que tiene por ojos. Bajo la vista. Ahora buceo en el fondo de un pocillo de loza barata e intento leer, en los rastros de la borra del tercer café bebido, mi...