¿Volverías?
Recuerdo la primera vez que viajé, y si quiero, puedo volver a experimentar los nervios en mi estomago mientras ponía mi preciado billete en manos de la azafata del avión. Esa experiencia, hoy en día, sigue valiendo más que el oro. Incluso escribiendo esto puedo centrarme en el amor que proclame por esa ciudad en...