El viajero espiritual.
Nada como un pequeño paseo, de esos que rememora la esencia con complacencia. No se necesita ir demasiado lejos para sentir la voluptuosidad que emana de los sentidos humanos; porque en un sólo punto del hemisferio, en unos pocos metros cuadrados, el viaje transporta al alma hacia todos los rincones del vasto universo. Poco exacto...