Torrijos
¡No me toques las narices Jerónimo! Cualquiera que hubiera visto a Rosario hablándole a su imagen reflejada en el espejo, habría pensado que le faltaba un tornillo. Había veces que también ella lo pensaba, pero sólo era una forma de tratar de no creer lo que veía. A su Jerónimo, que llevaba muerto dos meses....