MALDITA VISITANTE
Llegó como a las cuatro de la tarde al caserón de sus antepasados, dando grandes zancadas para subir los cuatro escalones de cemento que la ubicaron en el corredor donde estaba la puerta principal que aún se encontraba cerrada. Era una niña un tanto estrafalaria y descomplicada, que poco sabía de maneras delicadas porque...
