La guerra
La tormenta se hacía más fuerte, y las olas se hacían cada vez más grandes. En lo profundo del barco se oían las voces de una multitud gritando ¡Ayuda, Ayuda! Con desespero, el cielo se tornaba cada vez más oscuro y las almas que aguardaban su triste final solo vociferaban al cielo a un Dios que...