Deja Vu
El reloj de cuco dio las tres de la mañana. Parpadeó varias veces, frente a la pantalla de ordenador, luchando contra el frenético deseo de dormir que le invadía. Después de varias horas contemplando códigos, le costaba mantener los ojos abiertos. Se había tomado cuatro gin tonics y fumado dos paquetes de cigarrillos en el...