Brote
Tan pronto salió al jardín empezó a llover barro. La pala lloraba sangre y su pecho izquierdo ya no hospedaba su corazón. Tenía un enorme y vacío agujero, cavado a precisos e intencionados palazos. La tierra mojada es más sencilla de escarbar. Tres paladas más y habría medio metro de agujero que poco a poco...