DEJARÁS DE SER RECUERDO
Faltaba poco para que el reloj diera las cuatro de la mañana. Había pasado las últimas horas de la madrugada en medio de la bebida y el baile que acostumbraba desde aquel día de su partida. Sus ojos no alcanzaban a divisar el espectro nocturno que se observaba por esas calles angostas, agrietadas por la...