¿Mea culpa?
Mirando la suave corriente del Ji, su pequeño cauce y el caudal más bien escaso, nadie imaginaría que solo con tres años de antelación a esta foto, había causado puro espanto y dejado sin casas y sin fortuna a todo nuestro humilde barrio. Aún así me gustaba el Ji, me gustaba el ruido que hacía...