La hora de la comida en una familia numerosa
Una calle madrileña, un número y un segundo piso a la derecha. Ahí viví con mi madre y doce hermanos más. Los vecinos solían preguntar al portero si había algún problema en esa casa, pues se oía mucho jaleo. Enseguida quedaba explicado “Es que son muchos y los pisos no muy grandes”. Pero el jaleo...