MALA ENFERMA
No recuerdo haber sido una niña de salud débil, a pesar de ser más bien delgada; sin embargo mi madre se echaba a temblar cada vez que insinuaba que no me encontraba bien. Y es que además de la lógica preocupación, estar enferma conllevaba toda una función teatral. Al asomo de las primeras décimas, la...