Amor PKI
Fausto con el tenedor a la altura de sus ojos miraba absorto una albóndiga. A su lado Eurídice comía y hojeaba un catálogo. – Fausto ¿qué te pasa? Le haces más caso a esa albóndiga asquerosa que a mí – Nada. Bueno, sí, que te mandé un “guasap” y no me contestaste – No lo...