Buenas noches, mi amor
Gabrielita nunca logró saber a qué dedicaba el tiempo su madre después de darle un besito de buenas noches y ponerla a soñar. Era muy pequeña para comprender cosas de adultos, aunque sus vidas truculentas le intrigaban. Por supuesto que no creía tener unos padres excepcionales, al igual que Martina, Chloé, Latiffa o Charlotte, sus...
