La mujer que perdía palabras
Todo empezó con los números, se le caían por un descosido de su memoria. Llegaba el viernes y también su calvario. – ¡ Hija ! acuérdate de sacarme del cajero cuatro mil euros. – ¡ Pero mamá! Ya quisieras tener tanto dinero , querrás decir cuatrocientos. – ¡ Ay cómo estoy, pues claro eso quería...