Los cuatro fantásticos
El viento mecía las viejas tablas de la casita como a una cuna. Las palabras se hacen pocas para describir la desazón que sentía en aquel momento, el silencio apagado a instantes por ráfagas que deseaban entrar con violencia a través de la desgastada puerta y un sol que no comenzaba a encender. Era la...