El secreto de mi alma gemela
Iker se encontraba de paseo con sus padres. Era un día de invierno y apenas había gente por las calles frías de Madrid. Iker era un niño muy activo de unos seis años de edad, cuyos ojos azules perseguían y observaban cualquier cosa que se moviera a su alrededor. Siempre había sido un niño muy...