Marcial, el matalafer
Las mujeres habían empezado a limpiar la terraza, la fregaban con tanta energía que los primeros rayos de sol se reflejaban en ella como en un espejo. Esto solían hacerlo una o dos veces al año y era señal inequívoca de que Marcial y su ayudante nos visitarían de inmediato. Me gustaba ver la destreza...