Un beso en nuestro bar
Era una noche cualquiera en nuestro bar. Nuestro bar, sí, porque ese pequeño antro de paredes amarillentas y densa atmósfera de tabaco, regentado por una pareja de ancianos, sólo era frecuentado por su clientela habitual. Atraídos por los bajos precios de las litronas y los cubatas, comenzamos a acudir a pasar las noches bebiendo a...