Dulce para un amargo final
Veintipico de noviembre, recuerdo era un viernes yendo a casa mientras caía una lluvia tenue y el cielo se oscurece alzando su velo sobre nosotros, estando juntos pero separados, callados mientras el silencio gritaba y las miradas hablaban cada que se cruzaban. . . Fueron dos horas con el sonido de las gotas alrededor y...