Los besos que ya no pude darte.
Mis ojos me preguntan a diario que donde estás que a donde fuiste, que ya avisabas que te ibas pero creyeron tener más tiempo. Mis manos tiemblan en las noches buscando las tuyas tibias y gentiles buscando consuelo, pero no pueden más que encontrar el frio de tu almohada. Que mamá a diario llora tu partida...