Soñar en verde
Acomodé el pelo empapado de lluvia y me dirigí a los ascensores para subir a la planta catorce del hospital donde mi madre, de ochenta y siete años, estaba ingresada para que le realizasen unas pruebas por una dolencia desconocida. Golpeé la puerta con los nudillos y de inmediato entré. Saludé a mi madre y...