Plácido y Nico
Plácido se encontraba en una antigua finca en el pico de una montaña, y continuamente miraba el alba, esperando al rayo de sol que iluminaba sus resplandecientes ojos (como auténticas chispas). Sus cabellos destellaban y sus canas florecían; su voz era muy débil y sus rodillas gastadas tal como una hoja que se dobla al...