Querubín Radio.
A Dios uno se lo imagina como el taco de la mesa que le cojea. Cuando era una niña Dios era como un padre, el padre que le faltó a Julita porque trabajaba en dos hospitales cubriendo dos turnos distintos. Su madre, la pobre bruja BabaYaga de mi imaginario, quedó relegada a los seres paganos...