Aire
Bajé del coche y lo noté. Volví a sentir aquello que tanto echaba de menos al alzar la vista tras los primeros pasos, desentumeciendo mis piernas después de varias horas de viaje. Admiraba aquel paisaje rural, virgen de urbanismo. El motor del coche estaba apagado, pero aún crepitaba, recordándome de dónde había venido: el bullicio...