Tu amargura es mi dulzor
Inhaló el aroma impregnado en su cabello y su piel. Olía a risas, a día soleado, a cielo azul. Olía a la sal del mar impregnada en los finos cabellos de su enmarañado y ondulado pelo castaño. Olía a un perfecto día de playa. Se incorporó en la cama, y tras un instante de contemplación...