Mi propósito
Poco a poco me fui reconociendo, tras uno y mil fallos, tras conocer por un largo periodo solamente la derrota, me reconocí, ahí estaba yo, tirado en la cuneta que se forma entre ambos lados de la moneda, un punto de inflexión escondido en la acaparadora dualidad. Pude ver que no había acontecido jamas derrota...