LO BUENO Y LO MALO
Lo bueno fue que nos cruzamos uno de esos días en que todo se presta para que el amor resulte triunfador: el clima, la deliciosa comida de Lamucca, el excelente vino y, sobre todo, esa bendita sensación de deseo que le invadió cuando le conté de mi nombramiento —después de muchos años de esfuerzo— como...