La mesa alargada
Como corresponde al efecto cinematográfico, llueve. El aterrizaje, sin embargo, no se dilató. Desde la autopista, primero los bosques, después los edificios, se entrevén a través de una cortina de bruma que, más que disimular, comprueba que está en casa. Allí le espera un vacío cuya irrefutable confirmación recibió en pleno viaje. El taxi lo...