Sabrosos recuerdos
Llegar un domingo a la casa de mi abuelo, era, tal vez, la experiencia más enriquecedora que los nietos podíamos tener. No sólo escucharíamos sus inagotables anécdotas, sino que gozaríamos de una exquisita comida familiar. Aquí, en la actualidad, lejos de mi terruño, puedo cerrar mis ojos y evocar aquellos momentos felices de mi lejana...