Poción perfecta
–¡Aj, pero qué peste, abuela, qué peste! –Lucrecia –entre risas tiernas respiró la vieja del pueblo– . Esto es nada más que las hojitas de albahaca. –¿Y cómo se las puede comer la gente? ¡Qué asqueroso es esto! –Ya verás, mi niña, pronto ya verás. Son mágicas. Son muy mágicas. –¿Haremos magia otra...