LA DESGRACIA LLEGÓ
La casa está quemada. Y en ella solo quedan cenizas. Se quemaron los recuerdos. Se quemaron las sonrisas. Parece deshabitada: dice la gente cuando pasa. Pero en las noches una luz, muy tenue sale por las ventanas. Aquel día de la llamarada. La gente corría. Los vecinos se desesperaban, pensaban en sus casas, que tal...