Rechazo
Desde el andén grité: ¡Papá! ¡Papá! se giro con su sombrero de cowboy, y botas de cuero; aunque el tiempo había pasado, seguía llevando la misma vestimenta.Haciendo caso omiso, y sin dar importancia alguna,permaneció inmóvil; sus ojos me miraron unos segundos, después agachó su cabeza; esperando la llegada del tren. Supe entonces, que aún con...