IV Concurso de Historias del trabajo Fundación Escritura(s) y Talleres de escritura creativa Fuentetaja

Convocatoria cerrada

447participaciones

IV Concurso de Historias del trabajo

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Admisión de originales: del 12 de marzo al 10 de junio

Periodo de votaciones: del 11 de junio al 8 de julio

Fallo del Jurado: el 31 de julio

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La bailarina de la ventana 

Ahora ya no importa que lo cuente. Estoy jubilado y ella ha desaparecido. Nunca quise ser funcionario. De hecho, muchas veces me he preguntado qué me llevó a presentarme a las oposiciones aquella mañana del tres de julio de 1989. ¿1989? Sí, lo sé. Tenía treinta y cinco años. Un poco tarde quizás, pero -como...

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59

156

Hello, Astido 

¡Hello Astido! En los años 70, yo vivía en Londres. Era mi primer trabajo pagado. Trabajaba, junto con otros amigos españoles, en una oficina de Ingeniería. Era una Ingeniería americana (bueno, debería decir estadounidense para ser políticamente correcto, pero ¡qué rayos!, entonces decíamos “americana”). La empresa tenía una oficina en Madrid y otra en Londres....

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59

137

La empanada dorada 

Luz Avila

09/06/2019

Cuando trabajar o trabajar es la única opción que tienes; porque hay bocas que alimentar, esta es la realidad de miles de personas que te venden en la calle desde una empanada hasta un paño de agujas. ¡Buenos días vecina! Deme una empanada por favor y deme ají, se lleva a su boca el primer...

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59

407

Rojofobia 

Odio este trabajo. Odio el rojo y su olor metálico. De niño quería un gato rojo. Me conformé con uno blanco, aunque no por mucho tiempo. Debajo de la rueda de aquel Simca 1200, su tonalidad tendía a la que había deseado. Su aspecto no era mucho más horrible que el de esta pobre chica....

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59

250

Pérdidas en el trabajo 

END

10/06/2019

Ella tenía 53 años cuando abandonó nuestra casa, se cansó de años de maltrato y humillación, si hablamos de trabajo, esa palabra estaría tatuada en su frente y llevada en su, hasta ese entonces, corazón. Se fue sin maletas, sabía que pese a ser la casa, herencia de su padre, todo lo que estaba ahí,...

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59

140

Siempre hay esperanza 

Amelia Villabruna

14/05/2019

Procuro no pensar mucho en mi trabajo, me limito a hacerlo. Cada mañana cuando suena el despertador siento unas terribles ganas de estrellarlo contra la pared y seguir durmiendo, soñando con una vida mejor. Sin embargo me levanto como si tuviera un resorte, me tomo un café cargado y me pego una ducha rápida. A...

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58

120

TERAPIA 

No se cuánto tiempo llevo tumbada en el sofá. Estoy encerrada en mi propia torre. Me siento frustrada. La creatividad blindó sus puertas y ventanas para mí ¿Será por la medicación? Ayer, una nube en el cielo tomaba la forma de una pluma, pero hace tiempo que la inspiración no toca la campana. La idea...

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58

139

Hora de trabajo: ¿el mejor policía o el mejor asesino? “Un pago justo”. 

Cuervo Azur

26/03/2019

El tedio de regentar el bar, ahoga en un caldo soporífero. La de todos aquellos atardeceres de liturgia, donde se ven las caras podridas y silenciosas de los feligreses, humillados sobre sus bebidas como devotos suplicantes. No entiendo, porque mi labor escandalizaba y horrorizaba, yo prestaba un servicio a la sociedad, el de limpiar la mugre abundante. Técnicamente, sanidad y control de pestes. Seleccionaba mis encargos, me prestaba a erradicar lamentable escoria, y como tal se me trataría si lo hiciera a la luz del día: con la condena social. Me ocupaba personalmente de ajusticiar los peores pecadores: deshonradores de padres y cónyuges, estafadores, vividores, violadores, golpeadores de animales y mujeres. Era un carroñero que purgaba la carne putrefacta, el tejido necrótico contaminante de esta ciudad. Yo ganaba mi pan de cada día, exiliando difuntos en vida, sobrevivientes opacos, plagados de decadencia, desesperanza y maldad. Ahí viene de nuevo, ese rechoncho porcino a importunar mis nostalgias, con interrogatorios de rutina y extorsionarme algún que otro whisky. -Créame oficial, que para mí el mejor policía no es un uniformado, sino la hora del trabajo: frena a todo el mundo y regula sus pasiones. Si no fuera por esa tortura relojera cotidiana, en que los hombres mantienen ocupados su espíritu y energía, las calles se poblarían aún más de depredadores y carroña. Tienen razón las viejas cotorras cuando exclaman que hay que darles trabajo. Porque el tripalium es a la vez el mejor castigo. Sirve para impedir el desarrollo de la razón, los apetitos y las ansias de independencia.

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57

447

Es hora de despedirnos, Vicuña 

Ismael Bone

27/03/2019

Azotas la puerta. Tiemblas. Tomas un bolígrafo para tranquilizarte. Lo manoseas, lo muerdes. Garabateas. Primero sobre facturas, luego sobre el teclado, luego sobre el escritorio. Tu mente por colapsar te desafía. Punto a punto formas una galaxia. Te entregas a esa inmensidad cósmica como a una meditación, dejando la oficina, el edificio, la ciudad, el...

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56

187

Resistencia 

Gina Hap

05/06/2019

Cuando me llamen les contaré la famosa historia de la gran matanza de gatos: unos obreros de la Francia del siglo dieciocho detestaban a sus patrones. Se daba la situación de que estos últimos tenían muchos gatos. Entonces, a los obreros se les ocurrió subirse por las noches al techo de la casa del patrón...

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56

201

Guantes asesinos 

Eurus

18/04/2019

Petulio es un hombre de gustos refinados, no le gusta ensuciarse las manos y nunca lo ha hecho. Hace tres meses murió su viuda madre, que le pagaba las facturas, y dejó toda su fortuna a Aurelio, el jardinero con el que mantenía una aventura. Petulio quedó humillado y, por supuesto, en pañales. Tuvo que...

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56

118

La leyenda del empleado y su hijo 

carlos nicora

01/06/2019

Ahora vete contento. Has cumplido con tu deber. Ve a tu casa. No te detengas en el camino. Roberto Mariani, Balada de la oficina Dicen que el hombre entró casi corriendo y se detuvo en el hall de entrada donde comenzó a mover la cabeza en todas direcciones, como si se tratara de un dispositivo...

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55

230