Despedida
Pilar estaba batiendo huevos en la cocina. Como todos los miércoles, le hacía el desayuno a Magdalena, la asistenta. Por comentarios que se le escaparon el mismo día que la conoció, sabía que se alimentaba cada veinticuatro horas —a la hora de cenar—. Así que, temiendo que pudiera desmayarse de debilidad mientras limpiaba, subida a...