Cardenche
Nosotros, los que inventamos el canto, tenemos las marcas de la mina en las manos y el fastidio del sol bajo el sombrero. Por acá la tierra se secó desde hace mucho, así que pa’ donde se quiera echar la vista, no hay más que un árido inagotable. Casi todos nacimos aquí. Nuestros padres llegaron...