Mujeres. Doblemente trabajadoras.

Mujeres. Doblemente trabajadoras.

isaespi

24/03/2019

Mujeres trabajadoras en el campo.

Antes de que se dejara ver, como cada día, totalmente el rostro, ya alumbraba a las cuadrillas de trabajadoras y trabajadores lo suficiente, como para que no tuvieran dificultad en localizar las lindes y así retomar el trabajo en el corte o punto donde lo dejaron la jornada anterior. El astro rey marcaba desde principio a fin las horas de labor o duración de la jornada. Desde tiempos inmemoriales en el campo siempre se ha trabajado de sol a sol, salvo el intervalo o pausa para tomar los alimentos y reponer fuerzas. Terminado el día, las cuadrillas de trabajadores y trabajadoras regresaban al caserío dónde pasarían la noche y descansar de la agotadora jornada laboral. Al siguiente día, un poco antes de que amaneciera, marchar por el mismo camino para ir completando la semana para la que habían sido contratados por el amo de las tierras donde desarrollaban las tareas encomendadas y así obtener la correspondiente cosecha.

En una de las salidas de las cuadrillas de vendimiadores hacia el corte del trabajo, Julián se acercó a María, su mujer, y en voz baja le preguntó,

–¿Qué tal por las noches?

–¡Bien! Le respondió ella.

–¿Te da mucha guerra?–Le preguntó, Julián.

–¡Qué va! Lleva unos días muy tranquilo. Pasándose suavemente la mano por la tripa y bajando más la voz, le dice como contando un secreto a quién pronto será el padre de su primer hijo,

–El capataz se ha dado cuenta.

–¡Sí, claro! Con la figura que ya tienes, se nota a una legua.

–Bueno, una vez que estás aquí no hay vuelta atrás. En el caso de que te encuentres agotada siéntate, no sigas. Descansa el tiempo que haga falta. Hazme una seña y cojo tú hilo. Cuando lo acabe vuelvo al mío. Así estaré hasta que te recuperes. Terminarás la jornada con igual cantidad de trabajo que cualquiera. Aunque hagas menos hilos, como yo los haré por ti, te pagarán el mismo jornal que a cualquiera de la cuadrilla.

–¡No te preocupes, así lo haré! Le contestó ella, dándole las gracias con una cariñosa y elocuente sonrisa.

Julián volvió con el grupo de hombres. Únicamente pensando en la perspectiva de ser padre se sentía con fuerzas más que suficientes para hacer el trabajo de dos o más personas, pero claro, únicamente le pagarían un jornal. Dijo para sí, qué suerte, me he casado con la moza más valiente y guapa del pueblo.

*Mujeres trabajadoras en la ciudad.

–Hijo, tienes que pasar a ver al tío Pablo que trabaja de encargado en un taller mecánico. Le preguntas si van a necesitar algún aprendiz. Hoy día, a los mecánicos nunca les falta el trabajo. Me contó la tía Eugenia que el tío se queda algunas tardes a hacer horas extras y se las pagan muy bien. Serás un hombre de provecho, como tú padre. Pues ya sabes: quién no tiene oficio, tampoco tiene beneficio.

–Sí madre. No te apures. Iré esta misma tarde. Cuando acabe las tareas del colegio.

–¡Ah, se me olvidaba!. Llévale esta bolsa a tú tía. Les das recuerdos de mi parte. Vuelve un poco antes de la hora de cenar que tú padre no espera a nadie.

–¡Tranquila madre! Volveré puntual.

*Mujeres trabajadoras en el mundo.

En estas fechas, principios del siglo XXI, la leyenda rural y urbana de que el hombre es quién principalmente trabaja para conseguir los recursos económicos que sirven de sustento a toda la familia, se puede asegurar que fue, es y continuará siendo una falacia o al menos una idea demasiado sesgada para explicar la realidad.

En cuanto a la educación de los hijos, la mujer siempre ha tenido en el ámbito familiar un papel más destacado que el hombre. La incorporación de la mujer al trabajo, así como en otras facetas fuera del hogar, por lo que, cada vez más la tendencia evoluciona sustancialmente para que entre los cónyuges disminuyan paulatinamente las diferencias y terminen por ser éstas cosa del pasado.

La mujer marca la gran diferencia con su rol en la reproducción de la especie. En esta transcendental cuestión el hombre aporta su granito de arena al acto de procreación o ayuntamiento para que una vez realizado éste y producido el resultado esperado, obviamente, la especie humana es de prever que continúe el ciclo vital como ha venido siendo hasta hoy.

*Todo o casi todo depende de la mujer.

La mujer es quién.

trae a la luz.

un nuevo ser.

Hace lo posible:

lo importante,

que llegue a nacer

Después de parir

continuará dando

para que pueda vivir

El hombre,

atónito, expectante,

a esperar y ver.

A tod@s nos parió

nuestra madre:

Una mujer.

El hombre,

ni siquiera podrá

imaginar nada igual.

Debiéramos estar

muy agradecidos

cuestión de bien nacidos.

Apoyar a la mujer

antes, durante

y después de después.

https://isaespi.blogspot.com/2019/03/todo-o-casi-todo-depende-de-la-mujer.html

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