De guardia con fantasmas
Cuando uno dice “lo recuerdo como ayer”, la situación tiende a parecerse a esa noche de guardia. Jóvenes todos y en la vorágine empalagosa del conocimiento científico y demostrable, habíamos vivido pocas cosas fantásticas. Éramos siete en una sala de veinte metros cuadrados, una puerta y unos miradores transparentes, especie de ventanas en el techo...