Las muelas cagadas de los cucuteños.
“¿Y después qué vas a hacer?”, preguntó Diógenes. Ojalá pudiera amarrar mis palabras, y alejarlas de mis ideas, escapar éxitosamente del trágico contexto de mi pequeño mundo. No me interesa en absoluto, de verdad no le encuentro chiste a esta ciudad, la gente anda y anda con los zapatos chibiados de la avenida sexta, moviendo...