Haciendo horas extras
Johnny caminaba junto a la piscina escuchando atentamente al que lo había llamado a su móvil. Una bata de seda cubría su cuerpo y unos anteojos Chopard disimulaban los estragos de la noche anterior. Con parsimonia, se sentó al lado de la mesa que estaba más cerca a las palmeras. –¿Y tiene que ser hoy?...