club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
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II concurso de microrrelatos El taller de escritura Admisión de originales: del 19 de septiembre al 18 de noviembre
Periodo de votaciones: del 19 de noviembre al 16 de diciembre
Fallo del Jurado: el 8 de enero
Camino Encontré victorias también con el dolor, un dolor humano lleno de perdón si me han perdonado a mí, cómo no perdonarte a vos. Camino en un sendero que no es de algodón, pero tampoco tan amargo. No soy ciega ante el dolor, pero todavía hay ternura en mí. Alrededor hay fuego, hay corazón. Entonces...
Y ahí estaban sentados los vagabundos, los pobres, los exiliados del rincón de los placeres, ¿acaso alguno de aquellos «desgraciados» se imaginó en algún momento de su vida entrar en aquel lugar?- por supuesto que no-, entonces que hacían ahí en una fila que se perdía atrás del inmundo callejón lleno de improperios que le...
Cada vez que me ponía a pensar en mí, llegaba al mismo sentimiento; un sentimiento de pérdida y búsqueda, un sentimiento de vacío y amargura. el mismo sentimiento siempre. Hace tiempo descubrí el motivo de este sentimiento.soy invisible.sí¡ invisible desde que mi madre me olvidaba por tanto hijo por atender,desde que miraba mi imagen y...
Siempre acababa delante de la misma puerta. Cuando me sentía sola, cuando buscaba desahogarme, cuando quería escribir. Aunque no estuviese abierto, me sentaba a pensar. El taller de escritura siempre me hizo sentir como en casa. Siempre fue un refugio para mí, conocí personas increíbles y escribí mis mejores relatos. Pero sobretodo, me ayudó a...
Ella le confesó en el patio el argumento de su próxima historia. Él la cubría con su abrigo. Habían sido tres meses de taller en el que ella no había escrito ni una palabra. El resto de las presas se habían agarrado a sus lápices como un salvavidas. Estaba prohibido saber el historial de las...
Atada a un árbol me tienes, con las flores pidiendo florecer y las raíces a punto de romper, me tienes tallada en madera, en punta del amanecer. Me siento en soledad a esperar un llanto que me libere, a que el mar abra paso y me acurruque en un abrazo. Me siento seca, casi turbia...
Leyó el relato que había preparado para esa semana. Me llamó la atención que usase una palabra malsonante en su texto y, cuando le pregunté, se justificó diciendo que era el personaje quien hablaba, no ella. El aula estalló en carcajadas y sus compañeros le reprocharon la respuesta. ¿Cómo no iba a haberlo escrito ella?...
Ella apesadumbrada, entró como siempre en su habitación pero esta vez la puerta no se volvió a abrir desde su interior.
Brota humo denso de la tierra. La sobrevuelan aspas, zumbidos de hélices y hierro. Avivándose las ascuas se meten en mudanzas los hormigueros. Ya tiene lumbre la luna puesto que el sol solo la alumbra. Ya arrima su vientre al fuego a mil manzanas del infierno. Se ha llevado hectáreas de un ventrículo. Ha arrasado...
Todos están sentados, mirándose unos a otros en un círculo prefecto de pupitres. Cada uno tiene el lápiz presto a la escritura, la hoja limpia y lisa… y el terror. Solo se oyen las respiraciones lentas mientras pasa el profesor por detrás de todos ellos, zumbando, oteando, esperando que escriban sus relatos. En su mano...
Tiró el café. Miró el vaivén de la hamaca. Suspiró sobre el charco negro. Salió. Lo golpeó el viento. Los árboles se arquearon. Se dio la vuelta. Miró la casa y sus manos. Regresó despacio. Se arrodilló a los pies de la hamaca como si aún estuviera allí. La acarició. Escribió su final como ella...
Salí de aquel edificio con un extraño sabor, comencé a caminar envuelto en una embriagadora aura de intriga. Era una noche fresca y calmada, la luna alumbraba las desoladas y lúgubres calles, todo estaba silencioso excepto mi vorágine de confusión y sosiego. ¿Por qué habré sido capaz de reflejar con tanta claridad tales sentimientos mediante...
