Suspiros El desdichado se moría, el aire le era esquivo. Sufría como muchos han sufrido y no llegaron a contarlo, pues el sentimiento es inefable. —Tranquilízate un rato. Aguantaba las palizas del Dios que no puede, también las palabras de la madre; la quería tanto, pero también la odiaba, la odiaba tanto. —¿Por qué no...
Seguir leyendo
42
0