Tenía en la espalda un par de largas cicatrices pálidas…
Tenía en la espalda un par de largas cicatrices pálidas que en otro tiempo habían recibido cuidados presurosos y desiguales, de los que se dan a las desgracias imprevistas. Por un par de sospechas previas no me atrevía a dudar del origen de aquellas cicatrices. En realidad, resultaban más fáciles de aceptar sus grandes ojos...
 
         
                         
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                    