Purgatorio.
Blanco y luz. Le ardían mucho los ojos. Era como si cada fotón fuera un puñal directo a la córnea. Se levantó y todo lo que veía era blanco, le dolía el brazo izquierdo. No entendía nada. Buscó pistas, cualquier rastro pero no encontró nada. Caminó y se topó con una pared, pasó su mano...