Un grito a la oscuridad
No tengo cabeza para escribir, ni para casi nada. Es fácil no tener cabeza o perderla –de acuerdo a cómo se mire- cuando estás desprovisto de cosas básicas como servicio de agua o luz. Soy huérfana de madre, pero también de Estado, el Estado hace tiempo me abandonó, a mí y a millones. Llega por...