Y de repente nada
Ella sentada en su sillón, él admirando su sonrisa, de fondo los pájaros cantando y los últimos rayos de sol. Cada vez que subía la mirada, él la estaba observando con sus ojos penetrantes de ese verde cautivador, luminoso, intenso. El silencio, su mejor aliado, llenaba de paz esa preciosa cabaña en la montaña, en...