Cuarto de luces
Había luces de colores por todo el cuarto. Amarillas, rojas, verdes. Se prendían y se apagaban aleatorias, intermitentes; a veces dos juntas, a veces tres. El ambiente, sin embargo, se sentía pesado, como siempre: con ese olor agudo de marihuana inundando cada rincón, cada esquina. Yo estaba recostada con el cabello todo hacia atrás, viendo...